Vocabulario descriptivo y legislativo de caminos, Valeriano José Garcés y González, 1875
Carreteras, Manuel Pardo, 1892
Puentes de fábrica y hormigón armado, J. Eugenio Ribera, 1925 - 1932
Caminos, José Luis Escario, 1943
José Eugenio Ribera (1864-1936) fue un proyectista innovador y el primer ingeniero de caminos que fundó una empresa con el propósito de construir obras públicas con un alto nivel tecnológico, la Compañía de construcciones hidráulicas y civiles.
En palabras de José Antonio Fernández Ordóñez “la notable reducción de plazos y presupuestos que conseguía Ribera con su potente equipo de ingenieros –con él trabajaron en los años veinte Eduardo Torroja y José Entrecanales- construyendo por toda España en base al hormigón armado como lenguaje técnico universal y de vanguardia, forzó la fundación de nuevas empresas constructoras del mismo tipo y elevó en muy pocos años el nivel tecnológico de las restantes empresas que subsistieron” (catálogo de la exposición J. Eugenio Ribera, ingeniero de Caminos 1864-1936; Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1982, p. 9 ).
Ribera se había convertido al hormigón armado en sus primeros años de actividad profesional. En 1894 viajó a Suiza a estudiar los viaductos metálicos de Javroz y Schwarzwasser y en Ginebra tuvo la oportunidad de visitar las obras del puente de la Coulouvreniere, un arco empotrado de hormigón armado según sistema Hennebique y los forjados de hormigón del nuevo edificio de Correos de Lausana. Ribera volvió de aquel viaje entusiasmado con las posibilidades del hormigón armado y muy pronto se convirtió en el concesionario del sistema Hennebique en España.
La publicación en 1902 de su primer tratado, Hormigón y cemento armado, marcó el inicio de una evolución en la que José Eugenio Ribera se fue alejando de los planteamientos poco científicos y demasiado comerciales de Hennebique y se fue alineando con su colega Juan Manuel de Zafra (1869-1923). Entre los dos popularizaron las estructuras de hormigón armado en España y compartieron la responsabilidad de establecer los fundamentos teóricos del nuevo material en España.
En 1918 Ribera ingresó como profesor de la asignatura Puentes de fábrica y hormigón armado en la Escuela de Caminos de Madrid, donde impartió clases hasta su jubilación en 1931. Como ingeniero de caminos intervino en casi un millar de proyectos, entre los que reconocía, al final de su vida, “tres errores de proyecto y cinco aciertos reconocidos”. Su actitud académica se resume en una de las frases que pronunció en su última lección “el catedrático debe ser un crítico de lo suyo y de lo ajeno” (José Eugenio Ribera, En mi última lección, establezco mi balance profesional, catálogo de la exposición J. Eugenio Ribera, ingeniero de caminos 1864-1936; Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos, 1982, p. 147-161).
Para sus alumnos de la Escuela de Caminos escribió los cuatro tomos que aquí se reproducen y que llevan el título común de Puentes de fábrica y hormigón armado (1925-1932). El tomo I, publicado en 1925, trata de generalidades, muros y pequeñas obras. El tomo II, publicado en 1826 se dedica a cimientos. El tomo III, publicado en 1929 trata de anteproyectos y puentes de fábrica. El tomo IV, publicado en 1932 contiene lo referente a puentes de hormigón y obras especiales.